María Gil Jaime, mamá, fotógrafa, e historiadora del arte

Debajo de un botón no nació por casualidad.

Nació de una de esas sincronías mágicas que cambian una vida. Mi camino empezó hace más de 15 años, con una formación que mezcla Historia del Arte, Historia del Cine y Diseño Gráfico. Todo ese recorrido, toda esa mirada visual y sensible, fue tomando forma en distintos trabajos… pero no encontraba el espacio donde volcarlo todo, hasta que apareció Isabel. Su generosidad y su confianza me hicieron saltar sin red y cumplir por fin mi sueño: fundar este estudio fotográfico.

Desde el principio, supe que quería trabajar con niños y familias. Me encantan los niños: su espontaneidad, su juego, su verdad. Disfruto profundamente creando un ambiente cálido y cercano, donde puedan ser ellos mismos y dejarse llevar. Me agacho, juego, invento… y disparo. Ahí es donde sucede la magia. Con los años, mi socia tomó otro rumbo y se orientó hacia el retrato adulto.Yo, en cambio, sentí más fuerte que nunca mi vocación: acompañar a madres, bebés, familias… y documentar esos vínculos únicos desde la sensibilidad y la autenticidad.

Desde hace dos años, llevo el estudio en solitario. Incluso atravesando un cáncer de mama, no dejé de disparar, de crear y de creer. Porque Debajo de un botón es eso: un lugar donde lo frágil, lo valiente y lo bello se encuentran. Hoy, con más de 15 años de experiencia, sigo haciendo lo que más me apasiona: contar historias reales con imágenes llenas de emoción, luz y verdad.

Sesiones cuidadas, naturales, sin artificios. Con creatividad, con mimo y con una mirada artística que no se improvisa.

Aquí no sólo hago fotos. Aquí creamos recuerdos que duran para siempre.

Y si has llegado hasta aquí, quizás también sea tu momento, de posar.